La Fábrica expone 23 imágenes de las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo XX que recogen escenas de Asturias y la famosa serie sobre la calle Serrano de Madrid
Miembro del Grupo AFAL, Gonzalo Juanes fue una de las figuras más significativas de la fotografía española por su valentía al apostar por el color en una época dominada por la imagen en blanco y negro
La exposición, comisariada por José Manuel Navia, podrá visitarse a partir del próximo jueves 14 de septiembre
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La Fábrica inaugura el próximo jueves 14 de septiembre la exposición Gonzalo Juanes: una mirada en color, que, a través de 23 imágenes de las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo XX, reivindica la importancia de este autor, un adelantado a su época por su valentía al apostar por la imagen en color.
Comisariada por José Manuel Navia, la exposición incluye imágenes de Asturias tomadas en la década de los 60 y 70, que recogen sus paisajes y sus habitantes, e imágenes costumbristas. Romerías, familias, niños, un anciano disfrutando de una taza de café en Cangas de Onís, e incluso un retrato del padre de Gonzalo Juanes, sumergen al espectador en los colores y esencias de Asturias.
En contraste con estos personajes asturianos se encuentran los protagonistas de la que es una de sus series más conocidas: la que recoge a los asiduos de la calle Serrano de Madrid en 1965, un retrato de los jóvenes de la época que Juanes capturó durante un paseo a la hora del aperitivo.
Juanes retrata, en esta serie, a los “serranillos” ociosos, llevando la atención del espectador a los peinados, los vestidos, los coches, perros y complementos de las mujeres, y las poses de los hombres que fuman mientras pasean por una de las calles más importantes de la capital.
Miembro del Grupo AFAL, Gonzalo Juanes es considerado un fotógrafo pionero en la historia de la fotografía española contemporánea por su apuesta por el color en una época en la que «los fotógrafos “de verdad” hacían fotografías en blanco y negro», como señala, José Manuel Navia en el texto introductorio del número de la colección PHotoBolsillo dedicado a Gonzalo Juanes.
Pero como añade Navia: «Gonzalo Juanes nunca se enfrentó al color como un nuevo medio de expresión que hubiera que tratar de un modo distinto al blanco y negro, que le exigiera cambiar las bases de su lenguaje. Fascinado por la riqueza del color y convencido de que la vida es en colores, siguió haciendo la fotografía que le gustaba, la que más le gustaba, aquella en la que creía, pero en color». Así, fue capaz de incorporar el color a su propia mirada, muy personal, pero a la vez inmersa en la corriente de la mejor fotografía documental de la época.
Fotógrafo autodidacta y adelantado a su tiempo, Gonzalo Juanes utilizó la fotografía como modo de plasmar su verdadera inquietud vital y procuró crear una fotografía subjetiva y sincera. Juanes creía que la fotografía debía ser «sencilla, de modesta apariencia, intencionadamente en tono menor».
Este espíritu le llevó a alejarse paulatinamente de la fotografía oficial y de sus contemporáneos y a trabajar exclusivamente para si mismo. Su primera toma de contacto con el color se remonta a finales de la década de los años 50 y, a partir de ese momento, consciente de las grandes posibilidades que le ofrecía, abandonó por completo la fotografía en blanco y negro, con una breve excepción en los años 90.
Con motivo de la exposición, La Fábrica ha editado 25 carpetas con tres fotografías de la serie Serrano 1965 prologadas con un texto de Juan Manuel Bonet.