Eñe. Revista para leer presenta un nuevo número, Eñe 53, en el que sus autores rinden homenaje a textos clásicos de la literatura
Podría decirse que desde el Poema de Gilgamesh o las obras épicas de Homero no se ha escrito nada esencialmente nuevo. Todo está allí, en los primeros textos conocidos de la humanidad; los escritores que han venido después han ido copiando o repitiendo los mismos libros, incluso los que no se creen hijos de ninguna tradición.
Joyce escribió una Odisea que no se parecía a La Odisea, pero que lo era puramente. En 2010, Agustín Fernández Mallo publicó un libro titulado El hacedor (de Borges). Remake que la viuda de Borges obligó a retirar del mercado. ¿Homenaje, plagio, vampirismo, inspiración? ¿O simplemente honestidad? La posmodernidad hizo de este juego irónico su mayor seña de identidad: si no hay nada nuevo bajo el sol, tomemos abiertamente el mismo barro y moldeémoslo con formas nuevas. Y eso es precisamente lo que hacen autores como Manuel Vilas, Begoña Huertas, o Claudia Piñeiro en este número de Eñe.
Junto a ellos, completan Eñe 53, este número, otros textos de Soledad Puértolas, Juan Pablo Villalobos o Luis Antonio de Villena, entre otros.
Los fotógrafos invitados en esta ocasión, Cortis & Sonderegger, indagan en ese mismo misterio. En su obra reconstruyen escenas de la historia con maquetas y las retratan como si fueran reales. O remedan las instantáneas de grandes fotógrafos y las repiten, transformándolas.