A partir de las 19:30h se podrá acceder a la Sala del Círculo de Bellas Artes en la que Félix de Azúa impartirá una clase magistral bajo el nombre: "Introducciones a La Ciudad. Fundación y Exilio"
Una charla desarrollada en dos partes. Un primer bloque en el que de Azúa intentará explicar que la ciudad se inventa del mismo modo que se inventa el aeroplano. Surge de una decisión intelectual, se origina en un lugar determinado del mundo y se expande como se expanden los inventos, por comunicación personal. Según explica Félix de Azúa, aunque la mayoría de los ciudadanos cree que las ciudades son un producto espontáneo o natural de la acumulación de personas en un territorio discreto, esto no es así.
Hay un punto de desarrollo que lleva consigo unos rituales de fundación que son los mismos en Ur, en la
Roma clásica o en las ciudades coloniales del siglo XVII. De hecho, puede decirse que la ciudad así entendida, como monumento, dura hasta el siglo XVIII, hasta el momento del eclipse de la memoria como significado social. Lo que aparece tras la revolución industrial es otro asunto y es el tema del segundo bloque de esta cátedra.
Centrado en el exilio, de Azúa explica esta segunda parte diciendo: "Cuando comienza la revolución burguesa todavía las viejas ciudades europeas son laberintos sucios y peligrosos. La aristocracia no vive en esos núcleos que muestran su amenazante violencia en las primeras revoluciones urbanas del siglo XIX. Las reformas parciales son de poca monta. No será sino con la dictadura de Napoleón III y el talento técnico de su Prefecto, el barón Haussmann, cuando se demuestre la necesidad de construir un nuevo tipo de ciudad regido por criterios científicos y económicos. Lo cual significa el fin de las ciudades antiguas y el inicio de un modelo urbano que seguimos llamando “ciudad”, pero que ya no lo es. Benjamin las denominó “Metrópolis”, pero lo cierto es que carecen de nombre porque ocupan la totalidad del territorio habitado y ya no conservan ninguna memoria ni simbolizan nada. Los lugares destinados a suplir la antigua memoria, comenzando por los museos, serán ahora parques turísticos. Los ciudadanos viven en un exilio urbanizado".