Arrabal se emociona al hablar de la figura de su padre, encarcelado y desaparecido, cuya presencia es una constante en su obra y confiesa como, a pesar de sus 91 años, la muerte le obsesionaba mucho más cuando era un niño, que ahora.
Una dedicatoria en un libro le llevó a la cárcel y provocó que el régimen franquista prohibiera su obra en España.
Galardonado con el Premio Nadal y el Premio de Periodismo Mariano de Cavia, la narración que Arrabal hace de la ceremonia de entrega de este último galardón es otro de los momentos imprescindibles de este documental.
A pesar de que el propio Arrabal desconfía de que ninguna institución española quiera hacerse cargo de su legado, estos 50 minutos con el creador son un testimonio único y fundamental para descubrir a una figura imprescindible de nuestra cultura contemporánea.