La Fábrica edita Louise Dahl-Wolfe. Con estilo propio, un recorrido por la carrera de la fotógrafa norteamericana de moda, a través de más de 130 imágenes, en blanco y negro y color, que recoge sus trabajos más destacados, incluyendo sus proyectos personales de bodegones, retratos y desnudos.
Louise Dahl-Wolfe (San Francisco, California, 1895- Nueva Jersey, 1989) o Louise Emma Augusta Dahl, como se llamaba antes de adquirir el apellido de su marido, fue “una de las grandes fotógrafas norteamericanas que modernizó la fotografía de moda de su tiempo, además del retrato hollywoodiense”, como explica la comisaria y directora artística de La Fábrica, Oliva María Rubio.
La fotógrafa norteamericana desarrolló el grueso de su carrera junto a la editora Carmel Snow en la revista Harper’s Bazaar, donde trabajó durante dos décadas, publicación a la que llegó en 1936. Antes estuvo trabajando en Vanity Fair, donde publicó su primera foto: Mrs. Ramsey, Tennessee, en el número de noviembre de 1933. La imagen formaba parte de un portfolio de fotografías tomadas por la artista en Gatlinburg, Tennessee, en 1932. Algunas de estas imágenes se recogen en el libro.
Desde que entró en la revista se le abrió un mundo de posibilidades. Según escribe Oliva María Rubio, Dahl-Wolfe, “poseía una gran maestría en el uso del color, algo que tuvo que ver mucho con los estudios de pintura y teoría del color que realizó entre 1914 y 1919 en el San Francisco Institute of Art”, pues antes de centrarse en la fotografía intentó dedicarse a la pintura, pero la opinión de uno de sus profesores la hizo cambiar de profesión.
En palabras del comisario de Fotografía de McEvoy Family en el Smithsonian American Art Museum, John P. Jacob, su gran logro fue «crear un estilo de fotografía más natural, coherente con la moda de ese momento”, un logro que consiguió mostrando las significativas fluctuaciones que experimentaron la sociedad y el estilo de vida del momento.
La fotógrafa que combinó, junto con su equipo editorial, los asuntos geopolíticos con la moda fue una pionera de su época. Pero las fotografías de Louise Dahl-Wolfe no solo hablan de moda. Sus imágenes abordaron la práctica de la fotografía, y sus aspectos sociales y técnicos. «Experimentó a través de la fotografía cómo las mujeres cambiaban rápidamente en una generación. Observó con interés cómo surgían nuevas identidades y cómo reaparecían los roles tradicionales pero con facetas diferentes», como señala la directora de Arte de Fotografía Forum Frankfurt y vicepresidenta de Deutsche Fotografische Akademie, Celina Lunsford.
Completan este volumen de 256 páginas, tres textos de la propia fotógrafa sobre la moda, la fotografía y su trabajo en Harper’s Bazaar, distribuidos a lo largo del libro en torno a cuatro grandes capítulos: Fotografías de moda, Retratos, Bodegones y desnudos, y Fotografías en color. A esto se unen los ensayos de Oliva María Rubio, John P. Jacob y Celina Lunsford, sobre la propia fotógrafa, sus fotografías de moda y sus retratos.
Sobre Louise Dahl-Wolfe
Louise Emma Augusta Dahl (San Francisco, 1895 – Nueva Jersey, 1989), inició sus estudios en el San Francisco Institute of Art en 1914, donde realizó estudios en diseño, composición, Historia del Arte, teoría del color, etc. En 1921 conoció a Anne W. Brigman, quien le descubrió el mundo de la fotografía.
Tras el fallecimiento de su madre en 1926 viajó a Europa y Túnez. Fue ahí cuando la fotografía entró realmente en su vida y en 1930 se convirtió en fotógrafa profesional, año en que conoció a Dorothea Lange y Edward Weston. Dos años después Vanity Fair publicaba su primera fotografía. En 1936 entró a formar parte de la plantilla de Harper’s Bazaar donde estuvo trabajando hasta 1958.
A lo largo de su carrera profesional ha compartido equipo con firmas como Beth Armstrong o Hofstatten and Company dentro del mundo de la decoración, y en empresas como Vanity Fair, Woman’s Home Companion o Vogue.
Tras el fallecimiento de su marido, en 1985, se organizó una exposición retrospectiva de su obra en el Museo de Fotografía Contemporánea del Columbia College. Entre sus reconocimientos también está la medalla que recibió en 1939 y un premio del Art Directors Club en 1941.