Imogen Cunningham (1883, Portland, Oregon – 1976, San Francisco) es la fotógrafa estadounidense por excelencia del siglo XX. Desde sus primeros trabajos hasta su muerte, dedicó su vida a la búsqueda de su esencia creativa y su figura cobra una importancia vital en la evolución del medio. Sus imágenes más conocidas datan de la época comprendida entre 1920 y 1940, un período apasionante para la fotografía y el arte en Estados Unidos.
En el cuarenta aniversario de su muerte, La Fábrica homenajea a la fotógrafa estadounidense con la exposición Flores/Retratos, que podrá visitarse entre el 20 de enero y el 19 de febrero de 2016. La muestra reúne más de 15 fotografías en blanco y negro de dos de los cuerpos de trabajo más característicos de la trayectoria de la autora, algunas de sus sensuales y delicadas fotografías de flores y una selección de retratos. Las fotografías de Cunningham formarán parte del nuevo número de la revista Matador. El volumen R de la revista de cultura, ideas y tendencias, que saldrá próximamente a la venta está dedicado a la Botánica
Interesada por la luz natural sobre cualquier otro método, entre las pasiones de Cunningham se encuentra la botánica. Dedicó gran parte de su tiempo a la captación de motivos florales y sus jardines fueron la prolongación de su imaginario. Su afición la llevó a titular sus fotografías con los nombres científicos de las plantas que fotografiaba y fue su serie Pflanzenformen la que le granjeó su primer reconocimiento internacional en la exposición Film und Foto de la Werkbund de Stuttgart, en 1929.
Otro de los puntales de la obra fotográfica de Cunningham fue el género del retrato. Además de retratar a amigos y familiares, también fotografió a figuras de la talla del pintor Morris Graves, la campeona de esgrima Helene Mayer, la modelo Phoenix o la artista Ruth Asawa. Sus retratos de la artista Frida Kahlo son mundialmente conocidos y en sus últimos años de su vida se embarcó en una excepcional serie de fotografías de ancianos que se materializó en la monografía póstuma After Ninety. Su estilo, ambiental y relajado, comunica la fascinación que sentía por aquello que hace única a cada persona, sobre los detalles que diferencian a los seres humanos. Así, muestra de forma magistral las líneas geométricas del cuerpo y formas sensuales definidas por la iluminación y la composición.
Sobre la artista
La infancia de Imogen Cunningham transcurrió en una granja de Portland (Oregón), donde su padre -quien la llamó Imogen por la heroína de la obra de teatro Cimbelino de Shakespeare- contribuyó de manera decisiva a su educación, animándola a leer y a recibir clases de arte. Imogen decidió ser fotógrafa en 1901, influenciada por la fotógrafa norteamericana Gertrude Kasebier. En 1907 se graduó en Química en la Universidad de Washington con una tesis sobre el proceso químico de la fotografía. Tras trabajar como asistente en el estudio fotográfico de Edward Curtis, en 1909 se trasladó a Alemania para estudiar en la Technische Hochschule de Dresde. A su regreso a Seattle abrió su propio estudio adquiriendo gran popularidad por sus retratos, que expondría de forma individual en 1913 en la Brooklyn Academy of Arts and Science y en 1914 en la colectiva An International Exhibition of Pictorial Photography en Nueva York.
En 1915 contrajo matrimonio con el artista Roi Partridge, con quien tendría tres hijos, y con quien se mudaría a San Francisco en 1920. Dedicada a la vida familiar, tendría dos hijos más y seguiría desarrollando su obra fotográfica en los límites del hogar. En 1929, Edward Weston escogería 10 de sus fotografías para la exposición Film und Foto en Stuttgart y en 1932 fundarían, junto a otros fotógrafos como Ansel Adams el grupo f/64. Después de Vanity Fair publicase varias de sus fotografías de la bailarina Martha Graham, se unió al staff de la revista, para la que retrató a celebridades y figuras políticas como Cary Grant y Herbert Hoover entre 1933 y 1936. Tras separarse de su marido, en los años 40 desarrolló diversos trabajos comerciales y de estudio y en 1945 fue invitada por Ansel Adams a unirse al departamento de fotografía de la Escuela de Bellas Artes de California. Imogen Cunningham seguiría trabajando como fotógrafa hasta poco antes de su muerte a los 93 años.