Comisario: Timothy Prus
Colección: Archive of Modern Conflict, Londres
Nº de obras: 160 fotografías
Contacto: Ana Berruguete.
Durante la Segunda Guerra Mundial el fotógrafo Henryk Ross (1910-1991) fue recluido por los nazis en el gueto de la ciudad polaca de Lodz, el segundo gueto judío más importante de Europa durante la guerra. Allí se convirtió en uno de los fotógrafos oficiales del Departamento de Estadística, un puesto que le posibilitó el acceso al material fotográfico y a los procesos de revelado. De este modo Ross reunió una extensa documentación gráfica sobre el gueto, arriesgando incluso su propia vida. Antes de la liquidación del gueto, Ross enterró toda su documentación, y como superviviente del genocidio, pudo rescatar sus negativos y recuerdos una vez terminada la guerra.
Frente a la memoria colectiva más conocida de los guetos, donde el sufrimiento, la tristeza y la desesperación eran parte intrínseca del día a día, en las fotografías de Henryk Ross aparecen personas para las que la alegría es una emoción que no han olvidado. Las conmovedoras instantáneas de Ross muestran el sueño de aparente normalidad del que disfrutaron los cerca de 8.000 judíos que colaboraron con los alemanes para hacer de Lodz uno de los guetos más productivos de la Segunda Guerra Mundial. Parecen haber sido captadas antes del conflicto, porque en ellas hay madres que alimentan a sus hijos, niños que juegan, jóvenes que bromean… Y es que sus protagonistas vivieron engañados. Creyeron en las promesas de los oficiales nazis de que salvarían sus vidas. Tuvieron mejores ropas y más comida, pero también fueron asesinados. La burbuja de normalidad que les envolvía se desvaneció en los campos de exterminio.