The People on the Edge
25-05-2011 / 22-07-2011
Montserrat Soto
Las imágenes inéditas que se presentan en la exposición The People on the Edge en la La Fábrica Galería, pertenecen a las casas de la tribu de los Topnaar en Namibia.
The people on the Edge, que es la traducción inglesa de Topnaar, se enmarca dentro del estudio que Montserrat Soto viene realizando en los últimos años sobre las diferentes ciudades y comunidades del mundo y que se engloba bajo el nombre de «Doom city».
En su amplia trayectoria artística, Montserrat Soto (Barcelona, 1961) ha utilizado la fotografía, y en algunos casos el vídeo, para hablar del espacio. Paisajes, laberintos, túneles u horizontes son los protagonistas de sus imágenes. Nunca aparecen personas, pero la escala y la composición que utiliza siempre tienen el referente humano. Las personas, la que observa y también la que narra a través de las fotografías e instalaciones, son realmente el principio y el fin de su obra. Utilizando el distanciamiento que confiere la cámara y todos los medios actuales de manipulación de la imagen, la artista busca subrayar lo conceptual, analítico o reflexivo del espacio que proyecta.
Las imágenes inéditas que se presentan en la exposición The People on the Edge en la La Fábrica Galería, pertenecen a las casas de la tribu de los Topnaar en Namibia. Los Topnaar son una tribu minoritaria que durante el apartheid fueron trasladados a las afueras de Walvis Bay, en los guetos para negros.
Después de abolirse el apartheid, en 1990, se auto-expulsaron mas allá de la periferia de Walvis Bay a consecuencia de la imposibilidad de asumir su condición de ciudadanos (trabajo-sueldo sigue siendo diferente para blancos que para negros) y gran parte de ellos decidieron regresar a las tierras de las que habían sido expulsados.
En el periodo en que estuvieron fuera de sus tierras, se abrieron minas de Uranio y el agua de las capas freáticas fue descendiendo. A su regreso encontraron que el agua había sido privatizada. De hombres libres pasaron a ser hombres esclavos del agua en las tierras de sus antepasados.
Las imágenes de las fotografías en la exposición, muestran los interiores de las casas de esta comunidad que viven en la bajada del río Kuiseb, en el desierto de Namibia cerca de la Duna 7, y en ellas percibimos la sencillez de su forma de vida en el duro desierto. La comunidad Topnaar esta dividida en unos 14 campamentos y agrupados por familias.
«The people on the Edge», que es la traducción inglesa de Topnaar, esta dentro del estudio que Montserrat Soto esta trabajando en los últimos años sobre las diferentes ciudades y comunidades del mundo y que se engloba bajo el nombre de «Doom city». Este trabajo es la creación de un archivo personal sobre el estado de algunas urbes y sus interesantes evoluciones. Pretende mostrar a través de sus procesos algunas particularidades del planeta como lugar y del hombre como especie. El proyecto está dirigido a buscar aquellos detalles que, sobre la contemporaneidad del hombre, se encuentran escondidos en las grandes y en las pequeñas urbes. «The people on the Edge» pertenece al registro del apartado de Periferias, ciudadanía mutante, el movimiento de población que surge como respuesta a una necesidad.
Jane Jacobs, en su libro Muerte y vida de las grandes ciudades se pregunta: «¿Por qué desde hace tanto tiempo no han sido las ciudades identificadas, comprendidas y tratadas como problemas de complejidad organizada? Si los estudiosos de las ciencias de la vida fueron capaces de identificar sus difíciles problemas como problemas de complejidad organizada, ¿por qué los relacionados profesionalmente con las ciudades no han identificado la clase de problema que tenían en sus manos?»
La idea de accidente en la construcción de la ciudad es uno de los rasgos característicos de esta nueva etapa de las metrópolis, los asentamientos espontáneos es un ejemplo de ello. Las soluciones que la ciudadanía desarrolla ante los planes municipales donde ofrecen mejorar las viviendas, pero sin planificar las necesidades básicas, sin generar empleo, etc., son muy creativos. Así pues están aparición asentamientos espontáneos, que no rigen por ser un proyecto de barriadas de forma y en donde la supervivencia en grado extrema es lo que prevalece.
La reflexión sobre el arte y el espacio ha sido el hilo conductor con el que Montserrat Soto ha trazado una de las trayectorias más coherentes del arte español en las últimas dos décadas. La artista ha ido tejiendo una trama de interacciones en torno al concepto de espacio, siendo éste como lugar de experiencia y de tránsito, donde la memoria se enfrenta al carácter dinámico de la realidad.