La poesía es un ser vivo, por Inma Luna
La poesía es un ser vivo y palpita. El pálpito de la poesía puede ser quedo, permanecer prácticamente silencioso, agazapado entre volúmenes en librerías y bibliotecas, en mesillas y dentro de cajones o bolsos. Otras veces su latido se eleva, es altavoz, contagio o barricada. Hay asimismo poetas que se quedan en casa, poetas que salen a la calle y poetas que convocan la poesía y le ponen una mecha