Un Pron dentro de un Pron dentro de un Pron, por Sergio del Molino
No debería estar escribiendo esto. Porque es un exceso, porque la gente ya murmura, porque incluso dicen que somos amantes secretos, que se nos ha visto haciendo arrumacos en un sofá de José Alfredo a las tantas de la madrugada. Que ya huele, que ya está bien, que hasta a mí me parece intolerable. Tanto amiguismo y peloteo y masturbación muta en la literatura española. ¿Hasta dónde vamos a llegar?