Ninguna mujer ha pisado la luna de Kike Parra Veïnat, una lectura de Javier Divisa
Consigue Kike Parra que su literatura sea laberíntica y enmarañada, con infinitas travesías, posibilidades y paradojas, determinantes de los conceptos inverosímiles y absurdos (como la misma vida) tan necesarios en la frescura del relato. La necesidad de pasar página. Quizá a muchos eruditos culturales demasiado canonizados les cuesta asimilarlo. A mí no. Kike Parra escribe raro, y esa rareza radica en la sencillez, tan postergada en mis últimas lecturas