Una tarde con Fray Luis, por Sergio del Molino
Como no aspiro a ningún cargo público, no reniego de los privilegios cuando me los ofrecen, y hace unas semanas me hicieron un regalo que arruinaría mi carrera política, si la tuviese, por lo exclusivo, elitista y privado del asunto. No me regalaron corbatas, ni trajes, ni bolsos de Louis Vuitton, ni tarjetas black. Fue mejor que todo eso. Tenía que participar en un coloquio a la Universidad de Salamanca,