Volver a leer novelas, por Sergio del Molino
El lector de novelas fatigado no se quita nunca la sensación de déjà lu. Quizá por eso, con los años, abandona poco a poco las novelas y se refugia en el ensayo o incluso en la poesía. Es decir, se concentra en lo nuclear de la literatura, las ideas y la palabra, porque la mampostería, el alicatado y el andamiaje acaban por no tener casi secretos para él. Busca en