Alia Trabucco Zerán lee en la micro
Ha muerto Ingrid Aguirre, exiliada de la dictadura chilena. Su cadáver queda atrapado en un pequeño aeropuerto de Los Andes cuando una erupción volcánica cubre Santiago de cenizas. Felipe, Iquela y Paloma, hijos de exmilitantes de la Resistencia, emprenden un viaje por la cordillera andina en un coche fúnebre para repatriar el cuerpo de Ingrid.
Los protagonistas de La resta (Demipage, 2015), con la que Alia Trabucco Zerán obtuvo el Premio Nacional de Chile 2014 a la Mejor Novela Inédita, viven atrapados en el pasado de sus padres, fugándose hacia su propia memoria. Alia Trabucco Zerán (Santiago de Chile, 1983) es una de las diez debutantes por descubrir este año, según Babelia. Estudió Derecho en la Universidad de Chile. Actualmente reside en Londres, donde estudia un doctorado de literatura en la University College London.
Hemos preguntado a Alia por su lugar favorito para leer. Esta ha sido su respuesta:
«¿Dónde leer? Diría que en cualquier parte, en todas partes, pero con especial placer leo en la micro, en los buses. Escojo la ruta con menos trasbordos, a menudo la más larga, y me acomodo en un rincón, atrás, junto a la ventana. No me molesta el ruido. Tampoco el vaivén. Me gusta la sensación de simultaneidad, estar en varios lugares y tiempos a la vez, no estar en ninguno. Es un tipo de lectura porosa y poco solemne, donde es fácil perder la página, distraerse, pero tiene algo liberador. Algunas veces, cuando leo así, en movimiento, levanto la mirada en una pausa, en el final de un capítulo, en un punto cualquiera y entonces, por un momento, el libro se apodera del camino: no sé dónde estoy, no recuerdo adónde iba».