Una lectura de “Al día” de Jesús Ruiz Mantilla, por Guillermo Roz
“Justo en el filo de los cincuenta y un años, quiero hacer justicia a un regalo. Al cumplir medio siglo, hace once meses ya, mis hijas Paula y Cristina me entregaron este cuaderno. Intuyo que se trataba de una provocación”. Así comienza “Al día” (Galaxia Gutenberg, 2018), la nueva obra de Jesús Ruiz Mantilla (Santander, 1965). El autor en cuestión es uno de los hombres que mejor prosa literaria oferta en sus intervenciones periodísticas y que mejor rigor periodístico le otorga a la mirada y al tono de sus personajes de ficción. Pienso en la magnífica “Hotel Transición”, también de orígenes autobiográficos como “Al día”, aunque más enmascarados que esta, donde un hombre que fue niño durante la transición española, se dedica a desentrañar con malicia intelectual y análisis de una filosofía personal desengañada, un mundo en decadencia, el actual. Y todo, con esa mezcla de alta literatura y de canallesca, de mirada por arriba y por debajo de las cosas del mundo y de sus actores, que Ruiz Mantilla repasa y que tan a gusto lo deja.
“Al día” es todo esto y un poco más. Más porque el autor, entre otras preguntas que se hace y se hizo, no se dejó paralizar por esta: “¿y si mezclara en este cuaderno diario y poesía? ¿Seré capaz este cuaderno que retroalimente ambas formas?” Y fue capaz, vaya si fue capaz. Cada entrada de este diario personal es una sorpresa y a la vez algo esperado: poemas sencillos y sentidos, que hablan del corazón del poeta escondido y del hombre Ruiz Mantilla que recorre camino y ha recorrido, se cuelan entre los registros con fecha en los que aparece la agenda nutrida del escritor.
Lo que de verdad le da realidad al texto, lo que hace que podamos ver la mano del poeta, del periodista y del creador moviéndose delante de nosotros, es los rostros que dibuja, que tras las hijas queridas, quien provocaron la escritura y a quien está dedicado el trabajo, son los amigos, esas criaturas que “Al día” pone en primer plano para hacer de este libro un canto a la amistad. Jesús Ruiz Mantilla es de aquellos pocos que quedan que se fascina con una charla de sobremesa, con sus entrevistas para El País, y rememora cada frase que alguien cercano le deja en los oídos, como la mejor de las clásicas músicas que a él lo apasionan.
Me ha encantado leer este cuaderno porque además de excelentemente escrito, respira una vida entregada a las querencias, al pensamiento, a los viajes, a la alegría de vivir y de vivir para contarla.
Foto: © Guillermo Roz