Carmen Martín Gaite destacó como narradora y ensayista, pero cuidó con mimo su faceta poética. Apenas tres libros publicados en vida —A rachas (1973), Todo es un cuento roto en Nueva York (1986) y Después de todo (1993)— que definen una escritura parsimoniosa, con muchos puntos en común con su narrativa —el asombro y el humor— y una personalidad radical.