«Escribo para escuchar esas voces». Las voces a las que Belén García Abia se refiere son las voces de las mujeres que escribieron antes que ella: Martín Gaite, Lessing, Garro, Colette, Lispector, Walker, Morrison, Ginzburg, Woolf, Mansfield, Plath, Welty, Munro, Nin, Duras, Némirovsky, Venturini, Yourcenar, Kristof, Müller, McCullers, Hustvedt, Ozick, Vicens, Dinesen, Pizarnik, Ocampo, Oates, Sexton… Apellidos sin necesidad de nombre propio. No solo una tradición, una lista, sino muchas tradiciones, todas las tradiciones, que se dan cita en El cielo oblicuo(Errata Naturae). Una «novela de la vida», como hubiera escrito Katherine Mansfield, breve y exacta, sobre una mujer de este tiempo, sobre una no-madre de este tiempo que vive, reflexiona y escribe sobre ella y sobre nosotras.
Belén García Abia nació en Madrid en 1973 y vive en Santo Antão, la isla más occidental del archipiélago de Cabo Verde, donde regenta un negocio familiar. Estudió Filología Árabe e Islam en la Universidad Autónoma de Madrid. Durante varios años pasó largas estancias en países como Siria o Egipto. Tras licenciarse, se embarcó en el estudió de la Didáctica de lenguas, profesión que desarrollaría en los siguientes diez años, para, posteriormente, dejar la docencia y dedicarse a la elaboración de materiales didácticos para diferentes editoriales del ámbito educativo. El cielo oblicuo (Errata Naturae) es su primer libro.