Los mejores tuits de la semana (III)
Os traemos una nueva tanda de tuits literarios que habéis compartido con nosotros. Disfrútalos con un buen café.
Solo quedan unos días para poder participar en el concurso #illycuenta, organizado por illycaffè y La Fábrica.
Tienes hasta el próximo domingo, 28 de octubre, para enviarnos tus micro cuentos, versos o aforismos, entre otras tantas posibilidades.
Puedes ganar una cafetera de cápsulas de café Illy y una suscripción anual a la revista Eñe. Consulta las bases del concurso.
¡No dejes pasar la oportunidad y comparte tu tuit literario en #illycuenta!
Notó sudor en los dedos. Miró hacia arriba en medio del bullicio y se dio cuenta de que el hombre que la llevaba de la mano no era su padre. #illycuenta
— César Ibáñez París (@tadeusbarbacana) 18 de octubre de 2018
—Ay, abuela, tomar el café sin azúcar, ¿cómo usted puede?
—Yo tengo azúcar adentro. No hace falta más.@revistaparaleer #illycuenta— Natalia Peralta (@NataliaPRincon) 18 de octubre de 2018
Mientras hacía equilibrio con dos bandejas, probando suerte en un bar de la metrópoli, los aromas de expresos y capuchinos lo llevaban de regreso a los extensos cafetales de su tierra. #illycuenta
— Silvina Palmiero (@lacontaok) 19 de octubre de 2018
La fuerza del vendaval borraba la línea del horizonte. Las negras nubes, sombra de la misma muerte, se abalanzaban sobre el junco-patera. A lo lejos, una débil luz daba esperanza a sus tripulantes: "Mira, hijo, África". Atrás quedaba Europa arrasada por las banderas.#illycuenta
— Tomás V. (@Toms71654973) 19 de octubre de 2018
Entretendré a la muerte, les dije. Preparé su morral con los ojos resecos. Até fuertemente el salvavidas a sus espaldas y los empujé. Nada peor que verlos morir en esta isla. Empiezan a llegar cuerpos sin cara, sin hambre. No los reconozco. La mar no traiciona. #illycuenta
— Ileana Álvarez (@IleanaAlvarez66) 21 de octubre de 2018
Temo siempre ese chirrido de las aduanas. ¿Cambiaron mi caja? ¿Y si me toman por otro? Creo que sé qué buscan. ¿Por qué viajo tanto? Dudo de la tecnología. Me están mirando. Pero, ¿y si me olvidé de algo? La abren (¡al fin!) y actúo, sonrío, como si no fuera mi caja. #illycuenta
— Francis Sánchez (@FrancisCuba70) 22 de octubre de 2018
#illycuenta Cuánto deseaba el autoestopista, con el corazón roto días después del café compartido en el viaje, que el lector nunca hubiera abierto el libro que narraba su historia.
— Nata con fresas (@Nataconfresasy) 23 de octubre de 2018
—Desengáñate— comentaban dos perdices.
—No existen los finales felices.#illycuenta— Luis Pabón (@luispabon) 20 de octubre de 2018
Ojalá estuviera en mi mano el agua para ahogar al desasosiego
que abrasa la fina piel de tus pálidos labios. Pero las palabras eso son, sólo palabras signos encadenados a otros signos, falacias vacías sin el calor del aliento.
#illycuenta— Tomás V. (@Toms71654973) 19 de octubre de 2018
-¿Comprimido efervescente?
Y esta vez resonó en su interior. No como una propuesta de forma farmacéutica a la espera de confirmación. La voz de la nueva auxiliar dejó al desnudo el oxímoron y a Pedro. Dejó la caja sobre el mostrador y salió dueño de su remedio #illycuenta— BGroupie (@BGroupie) 20 de octubre de 2018