Los mejores tuits de la semana (II)
Ya está lista la segunda selección de los mejores tuits literarios del concurso #illycuenta, organizado por illycaffè y la Fábrica en el marco del Festival Eñe, que arrancó ayer 15 y continúa hasta el 27 de octubre en Madrid.
Disfruta los mejores tuits de esta semana, que competirán por el premio participando hasta el domingo 28 de octubre.
Recuerda que aún puedes participar con tus tuits literarios.
Consulta la información general del concurso.
¡Disfruta estos nuevos diez tuits literarios y escribe los tuyos acompañado de una inspiradora taza de café!
#Illycuenta Siempre que mi madre limpiaba los cristales llovía; o eso decía ella. Nunca me detuve a comprobarlo. Lo que sí podía comprobar ahora, sentada a los pies de la cama velando su cuerpo, era lo mucho que llovía y lo sucias que estaban las ventanas.
— Maria Moral (@maijomoral) 12 de octubre de 2018
Al heredar la casa no sabía que aquel interruptor le desquiciaría al punto de abrir paredes a martillazos y seguir cables como un zahorí. Su vecino, irritado por las obras a deshoras, no entendía qué encendía la luz del viejo trastero de aquella manera fantasmagórica. #illycuenta
— Fran Sarmiento (@fran_sarmiento) 9 de octubre de 2018
Se jactaba de que todas las mujeres lo tenían en la mira. No imaginaba cómo y cuánto, hasta que la primera decidió apretar el gatillo.#illycuenta
— Silvina Palmiero (@lacontaok) 13 de octubre de 2018
La carta llegó devuelta diez años después pero la letra que rezaba en el sobre le era casi ajena. No es para mí, pensó, ya no soy esa persona. #illycuenta
— Fran Sarmiento (@fran_sarmiento) 15 de octubre de 2018
Parado en el bulevar, una noche cualquiera de Octubre, sus pies firmes sobre el pasto, valija en mano, la piel de la cara helada, sacó la ultima foto a su amada ciudad, dejó allí como único rastro el móvil, a partir de ese momento nada más se supo de él #illycuenta
— Karina Viñas (@karivi26) 11 de octubre de 2018
Lo miro mientras garabatea con sus ceras de colores. Mantengo los ojos muy abiertos y disfruto del momento. Sé que, cada vez que parpadeo, algo de esa inocencia se ha perdido para siempre. #illycuenta
— Concepción Victoria (@CVictoria10) 13 de octubre de 2018
Se llevó tal impresión al despertar en brazos de aquel extraño, que Aurora se volvió adicta al café. Prefería sufrir de insomnio durante cien años antes de permitir que algún otro príncipe se creyera con derecho a darle un beso sin su consentimiento. #illycuenta
— Silvina Palmiero (@lacontaok) 14 de octubre de 2018
Sacó su Beretta del bolso con tanta fuerza que se le disparó el arma. La bala rebotó contra las cuatro esquinas del universo y agujereó limpiamente su blanca calavera. Fue el verdadero Big Bang. Su única hija carga desde entonces con el peso de su nombre: Muerte. #illycuenta
— Gilbert Fadda (@gilfadjua) 8 de octubre de 2018
La calle, las pisadas, la lluvia, el viento, el portal, las llaves, los besos, la escalera, el piso, la cama, la ropa, dos cuerpos, los roces, los gemidos, dos orgasmos, el sueño, el despertar, el aroma, dos cafés, un adiós.
Dos años.
El timbre.
Él.
Por fin dos. #illycuenta— Gilbert Fadda (@gilfadjua) 11 de octubre de 2018
Él la esperó en la estación en la que se habían roto el uno al otro, con la maleta vacía y el corazón lleno de recuerdos. Lleno de una vana esperanza por si la primavera volviera. Él no sabía que ella nunca miraba atrás. #illycuenta
— Erebyel (@erebyel) 17 de octubre de 2018