Cinco novelas que transcurren en espacios cerrados, por José Eduardo Tornay

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Centro comercial  (Mi gran novela sobre la Vaguada – Fernando San Basilio)

Al igual que me sucedió con Tomeo, la única vez que he hablado con San Basilio, cuando me lo presentaron, tuve la sensación de enfrentarme a un personaje único al que conocía de toda la vida. Luego vino el interés por su obra, que he leído al completo.

Mi gran novela sobre La Vaguada se sitúa en el primer centro comercial que pisamos muchos, hace ya treinta y cinco años. Hace poco volví allí y me pareció que se había renovado del modo adecuado, manteniendo una pertinencia atemporal.

Se trata de una crónica sentimental muy del esquema acumulativo de un Georges Perec: un joven desempleado –del mismo tipo que en Curso de librería y, a fin de cuentas, que en El joven vendedor y el estilo de vida fluido– deambula entre tiendas, franquicias y cervecerías, haciendo volutas mentales con su idea de escribir una novela ambientada en ese lugar, tomando notas para ello, sin darse cuenta de que, en realidad, esa novela está teniendo ya lugar.

Construida con un peculiar ensamblaje de estampas, la narración es una continua confrontación del optimismo del protagonista con las decepciones que, objetivamente, lo deberían derrotar. Una mezcla de ternura, inocencia, humorismo, costumbrismo y sátira social caracteriza al estilo fluido de este autor merecedor de una atención mucho mayor.