No se agota la muerte, por Concha Morales
El trabajo continúa.
La carta de amor
o desamor
es arrojada al buzón de correos.
El camión de la basura
se lleva los desperdicios
para reciclarlos.
Todo esto ocurre a diario,
mientras el jardinero
da vida a la flor desconocida
en un jardín cercano.
El trabajo continúa.
La canción de amor
o desamor
es arrojada al disco de vinilo.
El camión de la basura
recoge más desperdicios
para desperdiciarlos.
Todo esto ocurre a diario.
La armónica del afilador
desafina cuchillos,
las manos a través de la persiana
tienden blusas o pantalones,
los brazos sin abrazo
tienden la soledad al sol de media tarde.
El beso del labio busca
al labio desaparecido,
al beso que ha huido en silencio
en busca de otra boca.
Todo esto ocurre a diario
mientras el trabajo continúa,
mientras las guerras continúan.
La voz de la radio en el informativo
difunde la noticia
de un niño que acaba de nacer,
de un niño que vuelve a morir,
mientras las guerras continúan.
En mi barrio
los niños acuden a leer a las bibliotecas.
En Duma
las bibliotecas son hospitales en llamas,
abrasadas en el más cruel de los cortejos.
Las cenizas deambulan por los pasillos
en las noches que ya nunca
volverán a ser hermosas.
Concha Morales se presenta «nací para la poesía en los años 70, de la mano de G.A. Bécquer, aunque mantengo muy buenas relaciones con los clásicos del Siglo de Oro. Rosalía, Machado, Hernández, Lorca, Neruda, Cernuda, Gloria, y muchos de los contemporáneos tienen un lugar en mi biblioteca. También me siento a gusto entre microrrelatos y relatos cortos». Pertenece al Colectivo Poekas (poetas de Vallecas) y la Asociación Colegial de Escritores de España. Administra la bitácora Desde Vallekas y ha editado tres poemarios: Álamos (1989), A la hora del pan con chocolate (2010) y Sobresaltos (2014). Ha ganado o resultado finalista en diversos concursos literarios.
El número 42 de Eñe. Revista para leer se llama Basados en hechos reales. A los escritores que colaboran en él les pedimos que buscasen inspiración en la verdad: con fechas, con lugares, con nombres y apellidos. Pero queremos que la revista impresa viva en la revista digital, así que ahora te proponemos a ti que Eñe continúe en tu escritura. Esperamos tus escritos —no importa el género, no importa si relato o poesía— basados en hechos reales. Más o menos ficción en ellos, más o menos rumorología, siempre con una base de hechos más que de palabras.
Cada semana publicaremos en nuestra web los mejores textos, y al finalizar el trimestre escogeremos a un ganador, que se llevará una suscripción anual a Eñe. Revista para leer. Puedes enviárnoslos mediante el formulario que hemos habilitado, y consultar las bases legales en esta página.
(La fotografía es obra de Bob ~ Barely Time.)