Usted y yo en una burbuja, por Cristina Fallarás
Alguien me advierte de que la idea de una librería pertenece al pasado. Sé que vivo en el pasado. Yo vivo en el pasado igual que usted. No sé si tengo capacidades para el futuro. ¿Cómo decirlo?, no sé si tengo aptitudes.
Sin duda, el libro también pertenece al pasado y tampoco tiene aptitudes. El libro como objeto industrial, fruto industrial, actitud y aptitud industriales.
El libro, la librería, usted y yo habitamos en una burbuja. Todo esto, todo lo que nos queda alrededor, es el futuro. El futuro en un líquido gaseoso, sparkling future, líquido repleto de burbujas. Burbujas que nacen, suben y mueren. Alguien bosteza: Es el clásico fin de época. Ya, ya, los clásicos. Usted, la librería y yo en una burbuja que sigue subiendo hacia la nada. En otra burbuja, algo más allá, los libros, los aparatos de televisión, ese tipo de cosas. Vimos subir rauda la burbuja de las agencias de viajes, la vimos llegar a la superficie y, bluf, desparecer. Vimos después subir la burbuja de los vendedores de enciclopedias.
El futuro es un líquido gaseoso, lleno de burbujas del pasado. Nosotros (usted, la librería y yo) habitamos la misma burbuja que sube, inexorablemente sube. El futuro es un líquido gaseoso con la tapa abierta. Va perdiendo burbujas y, como siempre sucede, acabará perdiendo el gas.
(La fotografía, de enviro warrior, se publica bajo licencia Creative Commons).