Descubre a los finalistas del concurso #illycuenta
Aquí están los 11 tuits finalistas del concurso literario #illycuenta. ¿Está el tuyo entre ellos?
Esta semana conoceremos el ganador.
¡Felicidades a los seleccionados!
Entretendré a la muerte, les dije. Preparé su morral con los ojos resecos. Até fuertemente el salvavidas a sus espaldas y los empujé. Nada peor que verlos morir en esta isla. Empiezan a llegar cuerpos sin cara, sin hambre. No los reconozco. La mar no traiciona. #illycuenta
— Ileana Álvarez (@IleanaAlvarez66) 21 de octubre de 2018
#illycuenta Cuánto deseaba el autoestopista, con el corazón roto días después del café compartido en el viaje, que el lector nunca hubiera abierto el libro que narraba su historia.
— Nata con fresas (@Nataconfresasy) 23 de octubre de 2018
Me va a matar, dice,, si no la perdono. Baja la voz cuando miro a los niños que duermen, y el cuchillo, mientras descorro la cortina. «Te perdono», miento. ¿Despertarán? La locura no deja que la claridad la toque. Yo, en cambio, veo cómo la luz me empieza a atravesar. #illycuenta
— Francis Sánchez (@FrancisCuba70) 21 de octubre de 2018
La fuerza del vendaval borraba la línea del horizonte. Las negras nubes, sombra de la misma muerte, se abalanzaban sobre el junco-patera. A lo lejos, una débil luz daba esperanza a sus tripulantes: «Mira, hijo, África». Atrás quedaba Europa arrasada por las banderas.#illycuenta
— Tomás V. (@Toms71654973) 19 de octubre de 2018
Notó sudor en los dedos. Miró hacia arriba en medio del bullicio y se dio cuenta de que el hombre que la llevaba de la mano no era su padre. #illycuenta
— César Ibáñez París (@tadeusbarbacana) 18 de octubre de 2018
Sé que volverán las oscuras golondrinas a anidar en mi balcón y tú dejarás de preguntarme si eres poesía, lo sé.
Entretanto, amor, deja que la paloma se equivoque nuevamente y la brújula te lleve en su velero a mis brazos, viento en popa, a toda vela.#illycuenta— Piel de retales (@pielderetales) 16 de octubre de 2018
#Illycuenta Siempre que mi madre limpiaba los cristales llovía; o eso decía ella. Nunca me detuve a comprobarlo. Lo que sí podía comprobar ahora, sentada a los pies de la cama velando su cuerpo, era lo mucho que llovía y lo sucias que estaban las ventanas.
— Maria Moral (@maijomoral) 12 de octubre de 2018
Y no sé cómo he acabado escribiéndole al café… Los mares van volcados, las aves por el suelo, la línea del horizonte en un pañuelo de adioses. La Vida dice: ¡basta! Encontraron a otra mujer asesinada, violada en la calle donde todos pisan. En la calle Humanidad… #illycuenta
— Clarisa (@DMClarisa) 8 de octubre de 2018
2036. Presentación del último libro del escritor más leído del país. Se acerca un lector: Este me ha parecido, de largo, el menos conseguido.
Ajusta sus gafas el vate: ¿Y tú quién eres?
Paso atrás del lector: Uno de los pocos que no necesita hacerte esa pregunta. #illycuenta— Miguel Santolaya (@ayatolaSN) 6 de octubre de 2018
En sus últimos instantes, pudo verla tal como había sido. Intensa, oscura, brevísima pero infinitamente perdurable: toda su vida sintetizada en la imagen de ese espléndido y humeante ristretto. #illycuenta
— Silvina Palmiero (@lacontaok) 4 de octubre de 2018
#illycuenta Suicidio temporal. Donde la pistola está hecha de un final de ciclo y la bala del último recuerdo. La nota que deje serán los comentarios de los demás…
— Marcos Rodríguez (@marcoslabohemia) 3 de octubre de 2018