Enrique García-Máiquez gana #illycuenta

En estas últimas semanas te hemos contado lo bien que se llevan el café y la literatura. La etiqueta #illycuenta ha servido para reunir a un buen número de tuiteros con ganas de despertar su creatividad con el sabor de illy, ¡faltaría más!

@EGMaiquez, Enrique García-Máiquez lejos de la vida 2.0, ha resultado ganador del concurso con el tuit que puedes disfrutar más arriba. El premio, una máquina de cápsulas de café illy y una suscripción anual a la revista Eñe, aúna los dos motores del concurso: café y literatura.

Enrique ha publicado libros de poemas, diarios, artículos y traducciones, hasta una decena de títulos, y mantiene desde 2006 el blog Rayos y truenos, por lo que se trata de un veterano en esto de unir red y literatura. Le hemos hecho algunas preguntas sobre cafeína y literatura, por llevar la contraria a su tuit ganador.

¿Cómo surge el tuit con el que has ganado #illycuenta?
—Contando la verdad, que es el ejercicio máximo de la imaginación.

¿De qué forma te inspiras para escribir?
—Los antiguos hablaban de las musas para tratar de describir lo misterioso del origen de la escritura literaria. Los modernos, capta Borges, hacen lo propio con el subconsciente. Yo me quedo con el justo medio de la Edad Media: debe de ser el espíritu.

¿Existe una relación entre el café y la escritura?
—Hay quien prefiere la absenta o así; pero yo, como Balzac, me inclino por el café en grandes cantidades. Un antepasado mío le dedicó esta poesía —la única que ha dejado— al café: «Hazme promesa formal/ de no faltarme en la vida,/ pues eres una bebida/ para mí fundamental». Soy muy fiel al café que corre por mis venas, digo, a la sangre.

¿Crees que las redes sociales están influyendo en la manera en que escribimos y leemos?
—Lo creo hasta extremos de fe del carbonero. Pienso que las redes sociales están revitalizando viejos géneros, como el aforismo en Twitter o el diarismo en los blogs. El boca a boca 2.0 es la crítica literaria en estado salvaje.

Recomiéndanos un título, a un autor… ¿Con qué café lo acompañarías?
—Digamos que el Diario de Jules Renard, un gran tuitero antes de Twitter. Él hablaba de uno que «pedía un café muy caliente y luego esperaba que se enfríe». Yo, si entretengo la espera con el Diario de Jules Renard, lo acompañaría de un café hirviendo, negro, pero al rojo vivo.

(Las fotografías del autor son de Fito Carreto).