El objeto es parte fundamental en la obra de Chema Madoz desde comienzos de los noventa, pero si miramos atentamente su trabajo a lo largo de los años, podemos observar el gran papel que cobra la naturaleza.
Chema Madoz opera con los elementos de la naturaleza de la misma manera en que lo hace con los objetos, buscando asociaciones, desplazamientos, metamorfosis, parentescos, combinaciones, yuxtaposiciones y encuentros fortuitos, ofreciendo las combinaciones más inesperadas. Imágenes evocadoras y poéticas en las que también los objetos se convierten en elementos de la naturaleza y de forma contraria los elementos de la naturaleza en objetos. Chema Madoz vive en una constante predisposición, siempre alerta al surgimiento de nuevas imágenes. No hay barreras para su imaginación ni parecen agotarse las posibilidades de profundizar en el conocimiento de las cosas.