El libro incluye más de 300 fotografías de Chema Madoz realizadas desde los años 90 hasta la actualidad, donde se observa su extraordinaria evolución como fotógrafo
De las fotografías de los primeros años, donde la figura humana tiene bastante importancia, hasta las que le catapultaron a la fama, imbuidas de poesía visual, sin olvidar las imágenes abstractas más recientes
Junto con las fotografía, el libro incluye un texto del fotógrafo Duane Michals, tres documentados ensayos de los comisarios y expertos Estrella de Diego, Christian Caujolle y Oliva María Rubio, y una completísima cronología ilustrada
478 páginas | Español | 24 x 32 cm | PVP 65 € | ISBN 978-84-17769-67-3
Tras más de 15.000 ejemplares vendidos, La Fábrica publica la 5ª edición del libro más clásico de Chema Madoz, el exhaustivo volumen dedicado a él en la colección Obras Maestras, que recorre a través de más de 300 imágenes toda su trayectoria. La fotografía de este artista, influenciada por el surrealismo y la poesía visual, compone un universo mágico y complejo donde los objetos nunca son lo que parecen. O parecen lo que no son. Su genialidad juega con las percepciones de quien observa, indagando más allá de la realidad.
Este volumen, que inauguró en 2009 la colección Obras Maestras, incluye los trabajos más relevantes de Chema Madoz a lo largo de casi 500 páginas, para ofrecer al lector una visión panorámica de este nombre imprescindible de la fotografía española.
Definido como poeta visual, las asociaciones que Madoz desarrolla partiendo de cosas tan usuales como una llave, una piedra o una escalera han desembocado en un torrente de creatividad, que han merecido el aplauso unánime de crítica y público. Imágenes en blanco y negro, con objetos inertes como sujetos, rodeados de un vacío que parece estático, donde nunca pasa nada, crean asociaciones que despiertan la curiosidad del espectador y que se han inspirado en lo cotidiano.
Sus figuras literarias componen un discurso artístico que se nutre de fotografía, escultura y poesía. Madoz se divierte alterarando la percepción inmediata y creando otra diferente en la que el espectador participa. Nadie salvo él es capaz de convertir una rosa en un enchufe, una castañuela en una ostra o una cuchara en un tenedor. La suya es fotografía aprovechada al máximo para destilar lírica visual.
Este libro abarca más de cuatro décadas de creación y desvela el mundo interior del fotógrafo. Su vida y su obra se descubren gracias a los ensayos de Estrella de Diego, Olivia María Rubio y Christian Caujolle, al emocionante texto que le dedica el también enorme fotógrafo Duane Michals, y a una extensa y detallada cronología ilustrada y actualizada a fecha de hoy.
Sobre Chema Madoz
La trayectoria de Chema Madoz (Madrid, 1958) comienza en 1990, tras pasar por el Centro de Enseñanza de la Imagen. La Real Sociedad Fotográfica de Madrid expone la primera muestra individual del autor en el año 1985 y en 1988 la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes de Madrid inaugura su programación de fotografía con una exposición de sus obras.
En 1990, queda finalista del Premio Kodak con la icónica foto de la escalera en el espejo. Desde entonces se centra en el concepto de objetos, tema constante en su fotografía hasta la fecha. «Chema Madoz se complace en trastocar la realidad, porque a pesar de su apariencia sólida e inalterable, una mínima variación puede hacernos conscientes de la fragilidad de aquello que nos rodea», describe en su ensayo la comisaria Oliva María Rubio.
La editorial Art-Plus edita en 1995 su primera monografía, titulada Chema Madoz (1985-1995). En 1999, el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela realiza una exposición individual de su obra. Será ese mismo año cuando el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedique la exposición individual Objetos 1990-1999, que constituyó la primera muestra retrospectiva que este museo dedicaba a un fotógrafo español vivo. El año 2000 es para el artista un momento de enorme importancia profesional, ya que recibe el Premio Nacional de Fotografía, el Premio Higashikawa en Japón y es reconocido como «Autor destacado» en la Bienal de Houston Fotofest. Otras importantes exposiciones posteriores han sido Chema Madoz 2000-2005, organizada por el Ministerio de Cultura; Angle de réflexion, en el Festival de Arlés de 2014, y Las reglas del juego, en 2015, con motivo del premio concedido por la Comunidad de Madrid. En 2019 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Chema Madoz ha expuesto en prestigiosas galerías y museos a nivel nacional e internacional, como el Centro Pompidou de París, el Netherlands Fotomuseum de Róterdam, la Fondazione M. Marangoni de Florencia, el Museo de Bellas Artes de Caracas, el Fotofest International de Houston o Les Rencontres d’Arles, entre otros muchos.
Su obra está presente en buen número de colecciones públicas y privadas, como la del Museo de Arte Reina Sofía, el Centro Andaluz de la Fotografía, la Fundación Juan March, la Fundación Telefónica, la Fundación Coca-Cola, el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, el IVAM, el Ministerio de Cultura, la colección Fotocolectania y el Fine Arts Museum de Houston, entre otros.
