La Fábrica presenta, por primera vez en España, la obra del artista barcelonés Max de Esteban. Representado en Nueva York por la galería Klompching, de Esteban ha mostrado su obra en el Deutsche Technik Museum de Berlín, los Rencontres Internationales en el Palais de Tokyo en París y la trienal Darmstadter Tage der Fotografie, entre otras instituciones internacionales, y es ahora protagonista de un libro, Proposiciones, ya a la venta, y una exposición, Heads Will Roll / Rodarán Cabezas, que podrá verse en La Fábrica desde el 3 de noviembre al 10 de enero de 2016.
Proposiciones es una investigación sobre la tecnología en los albores de la era bio-cibernética, en la que la máquina se incorpora al cuerpo y a la mente humanos, y que transforma para siempre la relación entre persona y objeto, entre naturaleza y cultura. Proposiciones explora las consecuencias post-humanistas en el arte, en la transmisión de conocimiento, en la tecnología y en la sociedad. Conforme la inteligencia artificial autónoma se aproxima a una ser una realidad, de Esteban plantea preguntas incómodas: ¿Ha finalizado la capacidad humana de crear un arte relevante? ¿Cuál es la función del arte, si la tiene, en una sociedad post-humana?
El libro Proposiciones reúne, por primera vez, las cuatro series fotográficas realizadas por Max de Esteban entre 2011 y 2014. Proposición Cuatro: Rodarán Cabezas (2014), la última serie del libro, que el autor describe como "el final del mundo tal y como lo conocemos", podrá verse a partir del martes 3 de noviembre en La Fábrica. La exposición, que será inaugurada por el artista, junto a Rafael Argullol y Valentín Roma, contará asimismo con obras de la serie Proposición Uno: Solo lo Efímero (2011).
Las Proposiciones de Max de Esteban
En Proposición Uno: Solo lo Efímero (2011), de Esteban se centra en la obsolescencia tecnológica como una primera etapa de “ruptura con tradiciones centenarias de práctica artística". En esta serie, el autor conmemora aparatos electrónicos recientes de tecnología punta, que se han empleado en la creación artística y que se consideran ya anticuados. De Esteban desmonta proyectores antiguos, cámaras de 35mm, reproductores de vídeos VHS y tocadiscos, fotografía las piezas por separado y luego vuelve a montarlas con meticulosidad. Las fotografías estratificadas resultantes de sus reconstrucciones evocan cianotipos de arquitecturas mecánicas.
Proposición Dos: La Colección (2012) presenta fotografías de aulas vacías junto con imágenes de calaveras humanas. Aquí, de Esteban indaga acerca de cómo la llegada de aulas e instrumentos virtuales suponen la muerte del maestro. El maestro, que se reconocía como una persona sabia que impartía conocimiento, es ahora reducido a facilitador de enseñanzas prácticas, conforme al plan de estudios, que emanan de gigantes y fantásticas pantallas de ordenador, y que han ocupado el que antes era el lugar sagrado de la pizarra. La tecnología deviene el agente inesperado de las ensoñaciones de Rancière.
De Esteban describe Proposición Tres: No me Toques (2013) como la “consagración de la tecnología post-humana”. El autor analiza la vida interior, fría e inescrutable, de los teléfonos móviles, las tabletas y otros aparatos electrónicos habituales, y cómo se entrelazan cada vez más el cuerpo y la tecnología digital. De Esteban utiliza diversas técnicas de exposición y superpone imágenes transparentes para representar las capas (imaginarias) internas, microelectrónicas y digitales, de bienes de consumo conocidos que dominan nuestra vida y que, podría decirse, nos aíslan tanto de la interacción real entre personas como de la inventiva.
Por último, en Proposición Cuatro: Rodarán Cabezas (2014), que conforma el grueso de la exposición que acogerá La Fábrica, de Esteban cuestiona “el final del mundo tal y como lo conocemos; el último aliento de una sociedad industrial que acabará no sin mucho sufrimiento”. Para construir sus obras, de Esteban examina una sociedad mediatizada que escupe un flujo constante de imágenes de guerra, violencia y catástrofes que se transmiten todos los días, a todas horas, a nuestros hogares, oficinas y espacios públicos. El autor fusiona y yuxtapone imágenes, textos y objetos para producir combinaciones que presentan una cacofonía de información que es a la vez densa en términos de información y, aun así, legible en términos visuales.
Junto a estas cuatro Proposiciones, el libro incluye ensayos firmados por los historiadores del arte y comisarios Félix de Azúa, Rafael Argullol, Laura González Flores y Valentín Roma, quienes ofrecen sus análisis de cada una de las series del libro, respectivamente, y las relacionan con sus propias perspectivas teóricas sobre diferentes ámbitos del arte contemporáneo.